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Morrissey

miércoles, octubre 18, 2006

¿Odio a los pitufos?

¿Cómo puede perseguirnos una nostalgia recién graduada? La verdad, yo pensé que debía por lo menos añejarse un poquito entre los desatinos de la memoria.
Ayer fui a la inauguración del Festival Internacional de Cine "Cero Latitud". Estaban todos. Hubo buenas noticias que amenazaban en convertirse en malas, ya que hablaron como seis fulanos, entre municipales, cineastas, organizadores, maestras de ceremonias (sí, la que no abre la boca para vocalizar) y ministros de educación y cultura. Bravo por ellos, bravo por todos. Tenemos ya la ley de Cine y debemos alegrarnos. Estábamos obligados a aplaudir y a alegrarnos por una ley que nos beneficiaría a todos. Claro, "beneficio" subjetivo, el mejor de todos... Yo aplaudo todo, me encanta aplaudir y a veces lo hago por no parecer el amargado gargamelesco que odia todo y todo le apesta, no le convence nada. Abundan esos. Abundan.
Sin embargo, a veces el amargado gargamelesco se lanza unas buenas y otras se lanza dos que tres verdades. Subjetivas, claro. Aunque ésta vez creo que tanto discurso informal, pero al fin discurso hizo que el amargado gargamelesco empiece a robar pedazos de mi masa encefálica y se construya a sí mismo a breves rasgos. ¿Será que la ley de cine nos beneficia a todos? Y si lo hace, ¿Quiénes son esos Todos? ¿Soy yo? ¿Es la caramelera de la esquina? Imposible responder estas preguntas. Un fondo de cine administrado por concurso, en donde un comité formado por quién sabe quiénes, escoge bajo no sé que criterios, cuáles son los proyectos que ameritan ser financiados. ¿Eso es un concurso? ¿Qué es un concurso? Por Dios, que me ahogo en preguntas ni tan retóricas.
Yo solo espero -y para no poner mis inquietudes en formato de pregunta las haré como una hipótesis a comprobar- que lo que diré a continuación sema producto de mis alucinaciones.
Por lo visto el espacio cinematográfico en nuestro medio (hablo de Quito) es un monopolio que se ha ido formando sin querer queriendo, y en donde sólo entran los que de alguna manera o de todas las maneras pertenecen a la redecilla que se ha ido formando. Yo tengo razones para decir esto, aunque quizás me equivoque. Un amigo que quiere ser cineasta (qué ingenuo suena) lleva dos años consecutivos siendo rechazado para participar en el supuesto concurso de cortometrajes. ¿Por qué? Quizás se deba a que sus cánones de calidad no entran en los de los organizadores y jueces. Y tal vez mi amigo no sea un gran cineasta, o sí lo sea. Ése no es el punto. El punto es que él es un whatever que no pertenece a la redecilla y sus ideas sobre el cine son diferentes a las de los "Cero latitud". Yo no sé qué tanto tenga que ver la intelectualidad o la subjetividad del sujeto o el pajazo mental vuelto cine, pero al parecer influye. Yo la verdad a todos los que de alguna manera deciden sobre lo que entra y no, les ubico y a algunos los conozco y no les considero una luminaria simbolista. Sin embargo, al menos en el caso de mi amigo, actuaron como tal. Él está interesado en un cine realista, pero no realismo social, ni realismo sucio, peor surrealismo o simbolismo anacrónico. Él está interesado en el realismo cotidiano, en la historia per se, clásica, vamos, los tres actos aristotélicos y punto. Pero a los señores "cero latitud" esto no les tinca y punto. Les parece simplón al parecer.
Pero, quiénes son ellos para dictaminar qué es cine y qué no es. O qué es cine bueno y qué no lo es, basándose en estilos y seudo géneros. Como dije antes, es una discusión demasiado subjetiva. Y si -como al parecer sucederá- ésta gente escogerá con esos mismos criterios los proyectos que accederán al fondo de cine, pues estamos perdidos. Se financiarán ellos mismos y su clan subjetivo surreal realista folkie social sucio fantástico con tintes marxistas caducos. Nótese el caduco. Luego me dirán que no, que son democráticos, que cualquiera que tenga un buen guión o un buen corto, entra. Que son democráticos. Ja. Cómo se puede ser democrático si una o dos personas se dedican "concienzudamente" a ver doscientos cortometrajes, uno tras otro, para luego escoger "los más bacanes". Bacanes que curiosamente siempre tiene padrinos redecilla o son redecilla. Y me dirán también que para muestra un botón: Este año participaron cortos de los países andinos compitiendo junto con los nuestros. Lindo me parece pero, por favor, seamos honestos, necesitamos esa plata, ese apoyo y todavía más meten competidores afuereños para hacerlo más democrático o más internacional. Digan. Ay. Ay. Aceptémoslo, el cine en Ecuador está en pañales y hay que tratarlo como tal. Necesita apoyo, el mayor posible. Los nuevos realizadores tienen suficiente con sacar trucos debajo de la manga para hacer sus producciones (sé que este lamento boliviano ya cae mal) como para venir a hacernos los internacionales en el concurso de cortometrajes. Cortometrajes. Me parece una estupidez. No necesitamos hacer los democráticamente internacionales para que nos tomen en cuenta afuera. Necesitamos escuela, bases y cimientos cinematográficos primero. ¿Cómo se logra eso?. Entre otras cosas, apoyando todo. TODO. Porque de los bodrios también se aprende, y es mejor apoyar un bodrio en cortometraje que un bodrio en largo. Así que evitémonos ese proceso.
Continuando con la idea de qué es lo que necesitamos para entrar en el circuito internacional, pues lo siguiente es eso, apoyo gubernamental. Ahí sí un aplauso a Marco Proaño Maya, impulsor del proyecto en el Congreso (sí han servido algunitos para algo). Luego hace falta que las políticas funcionen a través de una administración óptima de todo el aparataje que se generará. Ahí mi miedo es la casi inevitable burocratización de los procesos y de los gestores o administradores. Esperemos que no pase eso. En este punto, otro problema que dentro de mi tesis a comprobar sería la centralización, el monopolio y el vulgar acaparamiento. Esperemos que no suceda también. Esto debe convertirse en una organización tal cual, y por eso yo creo que debe ser administrada en su estructura por gente que sea eso, Administrador, no Cineasta. El Cineasta se encargaría de las áreas en concreto en las que tiene potestad.
Y bueno, por último, lo que le sigue a la cadena sería intentar de alguna manera ser industria por fin. Ello lleva tiempo, paciencia y sobretodo madurez cinematográfica. Así que vamos por partes y dejemos de hacernos los internacionales antes de hora, que aún nos falta mucho por hacer.
Y volviendo -para cerrar- al principio, parece que nos estamos poniendo viejos o el festival lo está haciendo puesto que a la salida todo el mundo resaltaba con nostalgia que la inauguración del año pasado estuvo mejor... Quién sabe, serían en verdad los bocaditos deliciosos y el trago, o es que todavía éramos más criollos...

10 comentarios:

Byron Ronquillo Narváez dijo...

"Él está interesado en un cine realista, pero no realismo social, ni realismo sucio, peor surrealismo o simbolismo anacrónico. Él está interesado en el realismo cotidiano, en la historia per se, clásica"

Se lee aburrido, suena aburrido, emmm qué significa per se? sin embargo alguna propuesta interesante debe tener tu amigo, si en realidad lo es apoyo la mosión, pero si es como se lee mejor me paro en la parada de buses de la Patria frente a la Casa de la Cultura con mi cámara y filmo al chapa que dirige el tránsito tragandose el smogsh de la ciudad entera.... emmm aunque suena medio interzante aquello en fin....

Lo que falta a mi modo de ver es comenzar desde las bases, apoyar a la gran cantidad de juventud hiperquinetica que existe en nuestro país, dando oportunidades a todos... lamentablemente la "rosca" existe o mejor dicho ha existido en todos los proyectos ecuatorianos según veo.

Por cierto Gargamel es un verdadero clásico, recuerdos de niñez... suspiro.. suspiro (inserta tema de los pitufos recolectando pitufifresas) :)

Saludos

Anónimo dijo...

La fucking ley de cine debería apoyar a que se haga esta película:

http://www.backseatconceptions.com/xxxorcist_main_nav.htm

en tu cuarto, claro. Dónde maiz??

Hiscariotte dijo...

Totalmente de acuerdo: cinematográficamente estamos recién queriendo arrancar. Y ni siquiera eso: Quito está recién queriendo arrancar; hasta por ese lado el centralismo. No me consta, pero me late que los colaboradores de la película de la Hermida, en porcentajes, son más quiteños que cuencanos; en esto me gustaría estar equivocado, ¿estoy equivocado? Dime que sí.

Un abrazo Dal.

Eduardo Varas C dijo...

Esas dudas o preguntas que rozan lo retórico sin serlo son constantes y necesitamos tenerlas. Desconfío de los gremios intelectuales por naturaleza, especialmente de aquellos que creen tener una razón por encima de todo. Quizás tu amigo sea realmente malo y por eso no merezca estar, o quizás sea lo que dices... pero es necesario saberlo.

En Guayaquil están intentando hacer una especie de asociación de cineastas locales (¿será eso posible?). Me parece que están algo organizados (eso es lo de menos), pero como veo que son en su mayoría gente que se dedica al 'cine arte' (muchos amigos míos, asiduos visitantes al MAAC CIne y esas cosas... al menos los que aparecen escribiendo a cada rato en el grupo de yahoo que tienen para comunicarse entre todos) eso te da una visión de qué cine se haría. Probablemente esté 'meando fuera del tarro', pues esto no deja de ser un prejuicio, pero al leer las cosas que escriben en esos mails colectivos (como acusar de la falta de un cine en la ciudad a ciertos orígenes pirateros y mercantilistas de Guayaquil, a que vivimos la vida y no la pensamos o a que somos conservadores por no tener la misma interacción con extranjeros como en Quito o que la culpa es el centralismo quiteño -que permitimos los guayacos- que es enemigo de nuestros sueños... entre otras cosas, sin sustentarlas) no puedo pensar otra cosa... imagino qué tipo de perspectiva cinematográfica se viene...

Sí, genial que se haya aprobabo la ley esa... pero ahora viene lo más jodido de todo.

Saludos, Dal

Dalila dijo...

Byrongio: No se trata de aburrido o divertido.

Mi pana en realidad se esfuerza para que sus cortos tengan calidad. Ahora, lo que dije fue (y me consta) que los cánones de escogitamiento de los "jueces" (que es uno en realidad) son súper segregativos. Los cortos que entran, más allá de su calidad técnica y cinematográfica, son los que cuya temática bordea los límites del surrealismo, por así decirlo. Es como una necesidad de ingenio deconstructivo así a lo Godard. O cortos tipo humor dizque fino, pero también medio oníricos medio simbólicos, medio culaquier mierda que se le ocurrió al guionista en un sueño...

Así es pana,

Saludos.

Dalila dijo...

solo que los cortos son bonitos y algunos divertidos. lo cual está bien. Pero, ¿acaso es la única forma narrativa estética y cinematográfica que existe?

Dalila dijo...

Hiscariotte:
Pues la producción en sí es quiteña y Tania aunque es cuencana, vive aquí y ha desarrollado su producción y vida aquí. Su familia apoyó con plata básicamente y los cuencanos con logística in situ. Pero es equipo es quiteño enteramente. Así es.

Otro abrazo.

Dalila dijo...

Eduardo, yo no solo desconfío de los gremios sino que em caen como patada al ... ya que se vuelven círculos cerrados, cofradías misteriosas, etc.

Además está por demás decir que un grupo de cineastas post socialismo (o posta caída del muro) no tienen la verdad única sobre lo que es hacer cine o cualquier otra expresión cultural. Y además me parece idiota la postura de que por ser "un cine alternativo" (bajo presupuesto, cero industria) debemos ser un cine "arte" o intelectual o qué se yo, y escupir a los que quieren hacer un cine más para las masas, más comercial. Es necesario todo tipo de cine. Necesario.

Digo yo,

Saludito,


Dal.

Byron Ronquillo Narváez dijo...

Es un hecho entonces¡ cuando voy al cine y me preocupo del lugar donde veré la peli, o de cuan calientes están las palomitas o de cuan cerca voy a estar de mi pareja... estoy en buen cristiano "Totalmente perdido en acción"

:)

emmmm saludos Pana¡

Anónimo dijo...

Te cae un comentario que dice la verdad, pero te duele, y lo eliminas.
Eres una facista de mierda.