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miércoles, enero 14, 2009

La posibilidad del error II

Este post iba a ser más grande, pero si no lo publico hoy, no lo publico nunca...
He abandonado muchos días este blog, aún teniendo muchas cosas que decir. Escribiendo aún pero considerando fuera de lugar a las palabras. Por eso, haré un compendio de los fuera de foco de los últimos días. Situaciones alternas que no hallan asidero en ninguna categoría natural o impuesta, aunque algunas parecieran estar hechas para vivir dentro del contenedor en el que germinaron. No se dejen engañar, o déjenlo, pero tengan en cuenta que las posibilidades del error –por simple falta de armonía cotidiana- son menos deformes de lo que parecerían o de lo que pensaríamos.


Los zapatazos a Bush: El error de cálculo, de perspectiva o de puntería que más nos dolió a todos. Dos zapatos desperdiciados es demasiado. Gran metáfora de que el estar en el lugar adecuado, en el momento adecuado, a veces no sirve para maldita la cosa. Más bien, las probabilidades juegan en contra del pensamiento marginal y a favor de la corriente universalizante. ¿Por qué?


La caída del precio del petróleo (y su posterior subida): Nunca es suficiente que el sistema falle. El “petroleocentrismo” y su debacle se vienen anunciando desde hace años, pero mientras las transnacionales y las élites de poder no migren sus tecnologías y sus cerebros hacia la “energía limpia” o su mugroso equivalente, el petróleo no puede desaparecer, así de simple. Frente a la escasez de algo, la lógica dice que el precio deberá subir… por lo tanto, la caída del precio del barril podría tratarse de una simple estrategia a utilizarse a futuro… Un ejemplo de cómo el curso natural de las cosas se convierte en error frente a la omnipotencia del capital.

La muerte de León Febres Cordero: El micro Pinochet que a nadie le importa –ni siquiera a nivel de Latinoamérica- murió al igual que su homólogo chileno, sin pagar por sus crímenes de lesa humanidad. Peor aún, sin haber sido siquiera juzgado. Febres Cordero supo morir bien, evitó la mancha en su nombre, y dejó un buen recuerdo para muchos y un mal sabor de boca para pocos. No son tantos los que lo odian. Pero el error no está en el hecho de haber muerto sin ser juzgado, ni siquiera en la mano divina de permitirle morir sin sufrir más, sino en la falsa “heroificación”, o “villanización” que termina siendo lo mismo: una necesidad épica no saldada, debido entre otras cosas, a la ausencia de definición histórica de la que sufrimos.

Los ladrones aniñados: Pelucones robando a pelucones, rezaban algunos titulares de diarios rojos, amarillos y beige. Tres muchachos de clase media-alta robando por placer –según una fotografía en la que Jael María Abramowicz hacía el signo de victoria- era la versión vagamente interpretada por los medios. ¿Acaso el único motivo para robar es la pobreza? ¿No nos hemos hartado de acusar como los mayores ladrones a los políticos y a los banqueros? ¿No nos estamos enfrentando acaso con una nueva moral (más vieja que el pan) que simplemente decidió exponerse mediáticamente? Para ser asaltante hay que ser pobre y malencarado. Sí, porque los delincuentes “de buena apariencia”, según un medio impreso, estudiaron en el Colegio SEK y son más bonitos que el delincuente común. Dónde está el error, ¿En ser blancos y aniñados? ¿En tener ambición y sed de dinero fácil? (Ni tan fácil, les costó una ida a la peni, qué terrible les salió el chistesito) ¿En haber sido poco profesionales (o nada) y dejarse atrapar con las manos en la masa? No, el error está precisamente en haber abierto una brecha, un mundo paralelo dentro de la estructura social reinante, dentro del mundo del hampa oficial. Simplemente esa “otra delincuencia” no tiene cabida, ni clasificación, porque no tiene precedente conocido. El error de ellos fue no tener escuela en esa dimensión paralela de motivaciones o “móviles del crimen”.


¿Qué de similar encuentra en la lista anterior? Parecería que nada tiene que ver con nada, pero es allí en donde está presente el error. Cada uno de los acontecimientos anteriores tiene su razón de ser gracias al error, o por lo menos su característica vital es la falla, la imperfección, la perversa aproximación a algo que debía ser y que no fue…
La aproximación, el promedio, parecerían asemejarse a la mediocridad. Ese es el argumento: lo que no es clasificable es inmediatamente enviado al saco de la mediocridad por falta de astucia o sentido común. El error tiene su propia lógica y estructura, y está al margen (sin calificarlo o hacer juicios de valor) porque hay una estructura más fuerte reinante. Nada más que por eso.
Para una próxima entrega, más de sus errores favoritos:
Vicky Cristina Barcelona (La última de Woody Allen)
Los plagios de Bryce Echenique (Ya fue condenado, le toca pagar como 30 mil dólares)
El cine b ecuatoriano

7 comentarios:

Anónimo dijo...

vuelve la peluquera! por favor un extenso detalle del cine b, no pude llegar el lunes al 8 y medio y creo que debe haber sido un acontecimiento lleno de condumio, por favor, por favor. dd

Dalila dijo...

¡Don Hipopótamo! Mientras escucho la orgásmica y cristina aguileresca nueva versión de nuestro maravilloso himno nacional (Patria Tierra Sagrada, recomiendo escucharla)recuerdo que eres un fervoroso defensor de la ambiguedad. He aquí una nueva manera de ambiguedad (ambigua por incategorizable): el error.

Te perdiste de uno de los mejores shows hiperrealistas, kitsch, drag-surrealistas, y hasta real-visceralistas de los últimos tiempos en este triste pueblecito en donde lo más llamativo que puedes ver es a tu tía vestida con traje de noche. Ja ja.

Besos.

León Sierra dijo...

Gracias por lo que me toca, de "antemano"...

Dalila dijo...

Camaleón, estoy haciendo un texto sobre el increíble show de malba malabar, la falta de tiempo me impide concluirlo rápido, pero ya saldrá pronto...

Paola Calahorrano dijo...

La Vicky, bien aaa pero prefiero Match point...lo de los pelucones pues no me queda nada más que añadir que su padre tan tuvo líos con la policía igualmente por platas y tierras, así que de tal palo, tal...se sabe que los aniñator de terno especialmente políticos son ladrones, pero no hay que generalizar.
No te he visto Dali añales...y sí que te he extrañado, nos hace falta una buena charla ya sabes como dos buenas intuicionistas, jaja

Dalila dijo...

Veeee gato negro o amarantaaaa... ques de voss veeee!!!! Yo también te he estrañado, ahora que eres ñora ya no asomas nuncaaaa!!!!

Anónimo dijo...

cine b, vicky cristina, dos temas pendientes.